La Espiritualidad

   "La Hermana del Rosario tendrá siempre presente que hace todas sus obras, aún las más insignificantes y las más ocultas, delante de Dios; que Él ve cómo trabaja, cómo ora, cómo lucha, cómo vence y cómo es vencida; y le estará íntimamente unida, tratando siempre de conservar la idea de la presencia de Dios por medio de la oración y las frecuentes jaculatorias. En este ejercicio ha de ser incansable". Directorio, 96.

"Puestas por el Fundador bajo el amparo de Nuestra Señora del Rosario, las Hermanas en común y en su vida individual, asuman una actitud de continua y filial sumisión y de atenta imitación de la Madre del Señor, meditando toda la vida los misterios de la Redención como fueron vividos por ella, con el rezo del rosario y propagando esa devoción en todas sus obras apostólicas. Su mes y su fiesta, sean celebrados con la preparación y solemnidad debidas". Constituciones, 32.

"Celebren las Hermanas de corazón y de boca, según la mente de la iglesia, la sagrada liturgia, señaladamente el misterio de la Eucaristía, y sacien su vida espiritual en esta inagotable fuente. Alimentadas así cotiadianamente en la mesa de la ley divina y del majan sagrado, amen fraternalmente a los miembros de Cristo...trabajando para que florezca en laas parroquias  el sentido comunitario, sobre todo con la presencia fìsica, en la celebración de la misa dominical". Constituciones, 26

"No omitan las Hermanas visitar frecuentemente al Santìsimo Sacramento, que debe estar reservado en un sitio dignísimo...Traten de fomentar el trato personal con Cristo, medio el más eficaz, para recorrer el camino de la santidad". Constituciones, 28